Nacida como obra de teatro, en la que el propio Allen interpretó en el papel principal, Allan Fix, mientras que Diane Keaton le daba la réplica en el papel de Linda Christie, el montaje se mantuvo en cartel en Broadway durante más de dos años, con un éxito de crítica y público sin precedentes.
En su versión en los escenarios londinenses, el papel de Allan Fix fue interpretado con notable éxito por Dudley Moore. Posteriormente, fue llevada al cine bajo el titulo de Sueños de un seductor, manteniendo el núcleo central de actores de la obra teatral y prácticamente sin variarla.
En esta obra encontramos los temas preferidos del autor: el psicoanálisis, el sexo, la timidez, el miedo, el sentimentalismo, la risa, la profunda ironía… Y, ante todo y sobre todo, nos encontramos con ese personaje que gracias a Woody Allen ha encontrado proyección internacional: el antihéroe.
El protagonista de la obra es un ser humano de nuestro tiempo. Con sus problemas, sus frustraciones, sus alegrías y sus sueños. Woody Allen sitúa a los demás personajes en situaciones sosegadamente vertiginosas, dinámicas y ágiles, para formar con el protagonista un todo coherente y eficaz, lleno ingenio y de humor como solo el autor sabe hacerlo.